Las quimeras de Lady Elizabeth Montgomery

Como siempre, y para no variar, os he dejado abandonados a todos durante una larga temporada. Ha habido momentos muy malos, pero también buenos, no sólo laborales sino con aquellas personas que, día a día han ido demostrando que son realmente tus amigos. Uno de esos momentos importantes ha sido a través del Museo Zumalakarregui  (En Ormaiztegi, Guipúzcoa) y su proyecto especial para el “Día del Elegante” que se realiza todos los años en Noviembre. Y, ¿Qué es el día del Elegante? Os preguntareis. Es un homenaje al pasado, a esa época en la que Guipúzcoa se convirtió en el foco vacacional de la gente más importante del Siglo XIX, desde la mismísima reina a toda su corte y los “empresarios” y aristócratas más ricos de España y parte del extranjero. Obviamente el foco más importante se centró en la ciudad de San Sebastián que vivió su época dorada; sin embargo, y gracias a las aguas termales, muchos municipios del interior, sufrieron un cambio drástico y radical, de ser pequeños focos rur

Si ya de por si introducirme en el mundo de los bolillos fue para mi una pequeña revolución, no fue nada comparado con enterarme de la existencia de todo el mundillo que lo rodeaba. Cuando empiezas a hacer algo así das por hecho que es como cualquier otra “manualidad”, algo de puertas para adentro en el que cada persona lo disfruta en la soledad de su casa. Pero no, no podía estar más lejos de la realidad, ya que, cuando empieza el buen tiempo, las ferias de bolilleras se empiezan a multiplicar como setas a lo largo de toda España. Aquí en el Norte, bueno, en Guipúzcoa, el Norte incluiría Galicia y, en cuanto a encaje de bolillos ¡son otro mundo!; el concepto es muy distinto, las reuniones son más pequeñas, más en pettit comité, y apenas hay puestos de venta. Pero una vez ya salimos del País Vasco es como entrar en otro mundo distinto. Se juntan cientos de personas de lugares muy distintos y los trabajos que se pueden ver son simplemente impresionantes, sobre los puestos de venta

Llevo ya un mes o más sin escribir por aquí, y es que la saturación de trabajo se nota. Tengo un nuevo, bueno, unos cuantos nuevos proyectos, entre manos que apenas me dejan tiempo, espero poder hacer una entrada en breve sobre uno de ellos, pero mientras, una pequeña reseña de los libros que han llegado hasta mi el día de mi cumpleaños ^^. Si, como no, también me han regalado libros en mi cumpleaños, ¡y que no falten!. Pero, esta vez, no todos han sido de moda, también han caído un par de thrillers con tinte histórico de esos que tanto me gustan. Pero hoy, los importantes, ¡son los de moda! "The Lady's Stratagem" de Frances Grimble El primer gran tesoro viene de Frances Grimble, y es uno de los dos libros de esta autora que me faltaban. En este caso, más de 700 páginas sobre todo lo que os podáis imaginar de la década de 1820. Como está en inglés me va a dar un poco más de pereza ponerme a leerlo pero, ¡es demasiada información interesante! XD Tambié

Bueno, después de haberos dejado un tiempo abandonados vuelvo a la carga con mi último trabajo terminado, una enagua para mi futuro proyecto de Natural Form. Este ha sido uno de los proyectos a los que más vueltas le he dado ya que, al igual que en el caso del Titanic, no es el tipo de modelo que mejor me siente, al menos los más típicos de 1880. Por ello, decidí decantarme por un modelo de 1878, no tan pegado al cuerpo y con mayor posibilidad de ocultar curvas. El modelo definitivo aún no lo tengo decidido, pero la ropa interior ya está hecha casi en su totalidad. Y hoy os enseñaré la enagua, hecha, como en otras ocasiones en batista de algodón, pero esta vez en color crudo, y con las tiras bordadas un tono más oscuras. La idea era recrear este modelo de enagua Más que nada porque aún no sé que modelo voy a elegir y, además, frunciendo o dejando suelta la parte trasera, me da la opción de usarla en más de una ocasión y variando el modelo. Está planteada además, para que den

Cómo m uchas veces he comentado a la gente que me conoce, para hacer bien un traje histórico hay que empezar siempre de dentro hacia fuera, no al revés, porque hay muchos detalles que no se ven, pero que son los que le dan una forma determinada al vestido. Por ejemplo, si hacemos primero una falda de miriñaque, y después el miriñaque, cabe la posibilidad de que no sirva, o si hacemos un vestido sin las medidas del corsé, luego nos sobre por todas partes... Estos son ejemplos extremos, pero posibles, ya que muchas veces las prisas hacen que olvidemos determinadas prendas en pro del vestido, y pasa lo que pasa. Si, llevan tiempo y dinero, no vamos a negarlo, pero a pesar de necesitar elementos nuevos para cada época diferente, siempre se pueden usar para todos los modelos de la misma. Es decir, si tratamos de reproducir un atuendo eduardiano, tendremos que hacer un único corsé, una única enagua, una única camisola, unos únicos pololos, y un único cubrecorsé, pero vestidos podremos h

Cuando vuelves la vista atrás y recuerdas la infancia siempre hay algunos recuerdos más marcados que otros, imágenes vívidas que te trasladan a otro tiempo y siempre te dejan con una sonrisa en la boca. Yo me recuerdo siempre en el parque de la Colonia, jugando con el resto de los niños pero parándome siempre, una y otra vez en el mismo lugar, quieta, fascinada por esas señoras mayores que se dedicaban a mover palitos de un lado a otro, dando como resultado preciosas puntillas. Ya en aquellos momentos pensaba que, de mayor, quería ser como ellas pero, la vida nunca suele terminar desarrollándose como los sueños de un niño desean. ¿O no?, porque por uno de esos quiebros inesperados del destino me vi plantada hace cosa de un año y poco frente a un grupo de bolilleras, entre las cuales ¡había una profesora! ,¡y en mi propio pueblo!. Así que no lo pensé dos veces y me lancé de cabeza a aprender; y como suponía no sólo me gusta, me encanta y tiene un plus importante, ahora puedo hacerme

Bueno, pues ya han pasado las fiestas y nuevamente nos encontramos sumidos en la rutina, disfrutando de las pequeñas cosas y sobre todo, el tiempo, que estas fiestas se llevan sin que lo notes siquiera. Pero, además de un par de kilos de más que espero se vayan pronto, estas fiestas han hecho que aumente también mi pequeña biblioteca de moda de la que tan orgullosa estoy. El primero que llegó fue el tercer volúmen de los libros de Janet Arnold, que hace tiempo quería, el "Patterns of Fashion 1560- 1620" . Poco nuevo se puede decir de este libro, sólo que fue abrirlo y ¡ya entraban ganas de coger la aguja!. Además los reyes se han portado y me han traído el "Patters of Fashion 4. 1540-1660" , perfecto complemento del anterior, lo que da aún más ganas XD. Otro libro interesante ha venido de manos de la Editorial Maxtor, que tantas joyas nos reedita, y se trata de un pequeño libro publicado inicialmente en París en 1606 (creo que sus magestades me

Bueno, con el nuevo año vamos a comenzar con la primera entrada de indumentaria propiamente dicha. Hasta ahora me he centrado en los libros, otra de mis grandes pasiones, pero hoy quiero enseñaros una de mis últimas "obras" finalizadas. Se trata de una enagua de pudor de la década de 1860 hecha completamente en batista. Al principio, la ropa interior empecé a hacerla en algodón pero poco a poco este material me ha ido gustando más y más; la caída es completamente diferente, no es tan duro, y tiene una delicadeza que el algodón no tiene, cosa que prendas tan detallistas como la ropa interior del siglo XIX agradecen y mucho. En cuanto a la factura hay que decir que es bien sencilla, un rectángulo de 1,50 metros de ancho por 1,10 de largo, y del fruncido se encarga la propia cinta de la cintura. He tratado de seguir en la medida de lo posible el proceso que se seguiría en el siglo XIX pero, por cuestión de tiempo el único "atajo" que me he permitido ha sido su